Se
nota, es verano en el hemisferio norte, con sus matices según la zona, pero
verano: se hace imprescindible mantenernos bien hidratados; sin embargo, no
todos los líquidos nos ayudarían de igual manera y sin riesgos para conseguir
ese objetivo.
Un
estudio reciente, resultado de 8 años de investigación con 194.000 personas, concluye
que beber grandes cantidades de refrescos azucarados y de frutas podría
aumentar la probabilidad de que aparezcan cálculos renales (las tan temidas
piedras en el riñón, y el que las haya padecido sabe bien de lo que hablo). Los
investigadores hallaron que el riesgo de padecer cálculos fue de un 23 % mayor
en los que consumían uno o más refrescos azucarados al día en comparación con
los que restringían su consumo a menos de uno a la semana, incluidos los
elaborados a base de frutas.