Teoría de los 5 Elementos. Medicina Tradicional China. Parte II.

El Tao produjo el Uno.

El Uno produjo el dos.

El dos produjo el tres.

Y el tres produjo a las diez mil cosas.

Las diez mil cosas llevan el Yin y abrazan

el Yang y mezclándose con el Qi logran la armonía. 

Lao Tzu, Dao-de Jing.

En el artículo Medicina Tradicional China: Aspectos Filosóficos. Parte I, ya he hecho referencia a la Teoría del Yin-Yang. Hoy quiero hablarte de la Teoría de los 5 Elementos que es, con la anterior, el fundamento de la Medicina Tradicional China.

Estos basamentos,  a partir de los cuales comienza la elaboración teórica de la M.T.Ch., no fueron desarrollados al mismo tiempo, ya que la del Yin-Yang data de varios siglos antes; citándose como punto de arranque para la de los 5 Elementos, el período de los Reinos Combatientes (476-221 a.C.). En dicha época, sería desarrollada por la Escuela Naturalista, la misma que había formulado la Teoría del Yin-Yang.  Es éste un momento significativo en la evolución de la M.T.Ch., pues podría asegurarse que la Teoría de los 5 Elementos señala el comienzo del enfoque “científico” de la misma, hasta ese momento profundamente influenciada por otras maneras de entender la curación, entre las cuales destacaba el chamanismo.

También es interesante considerar la importancia que se daba en aquellos tiempos a la numerología, que era continuamente usada para interpretar la Naturaleza y el cuerpo humano. A título de curiosidad citamos: las dos polaridades (Yin-Yang), el enfoque cosmológico ternario (Cielo, Hombre, Tierra), las 4 estaciones, los 5 Elementos, los 5 órganos yin y los 6 órganos yang,…; estando por regla general el número 5 asociado a los fenómenos terrestres y el 6 a los celestes.

La Teoría de los 5 Elementos sostiene que todas las cosas del Universo, son el resultado de los movimientos y mutaciones de las 5 materias fundamentales: la Madera, el Fuego, la Tierra, el Metal y el Agua. Estos movimientos se basamentan en dos enfoques: la correspondencia de los 5 Elementos con todas las cosas y fenómenos de la Naturaleza y las relaciones (ciclos) que se establecen entre los mismos: de generación, control, explotación y oposición.

Ciclo de Generación (flechas externas en la figura)

En este ciclo, cada elemento es generado por otro y él a su vez da lugar a otro distinto. Así, por ejemplo, la madera genera el fuego y es a su vez, generada por el agua.

Ciclo de Control (flechas internas)

En este ciclo, cada Elemento controla a otro y él, a su vez, es controlado por otro distinto. Así, la Madera controla la Tierra, mientras que es controlada por el Metal.

Ciclo de Explotación

En este Ciclo, cada elemento “explota” a otro y hace que disminuya. El equilibrio se rompe, por lo que un Elemento puede estar en exceso con relación a otro.

Ciclo de Oposición

Representa el orden inverso al Ciclo de Control. Así, por ejemplo, la Madera que debía ser controlada por el Metal, se opone al mismo.

Es evidente, visto lo anterior, que los dos primeros ciclos se corresponden con situaciones normales, mientras que los otros dos, se dan cuando se rompe el equilibrio entre los mismos.

Por lo que respecta a las correspondencias, he puesto en la siguiente tabla, algunas de las más significativas.

	Madera	Fuego	Tierra	Metal	Agua
Estaciones	Primavera	Verano	Ninguna	Otoño	Invierno
Sabores	Agrio	Amargo	Dulce	Picante	Salado
Órganos yin	Hígado	Corazón	Bazo	Pulmón	Riñón
Órganos yang	Vesícula biliar	Intestino delgado	Estómago	Intestino Grueso	Vejiga
Órganos de los sentidos	Ojos	Lengua	Boca	Nariz	Oídos
Tejidos	Tendones	Vasos sanguíneos	Músculos	Piel	Huesos
Emociones	Cólera	Alegría	Preocupación	Tristeza	Miedo

Veamos un ejemplo ilustrativo de lo anterior:

El dolor de espalda, especialmente en la zona lumbar, es uno de los problemas más habituales de nuestra época. Para la M.T.Ch. sería (salvo que fuese producido por un golpe) un problema del elemento agua; en el que encontramos las funciones energéticas del riñón y la vejiga. La solución, personalmente comprobada, no estaría tanto en tratar la inflamación de la zona en la que se manifiesta el dolor, sino sobre todo en subsanar las deficiencias de la función riñón.

La enfermedad es una forma de lenguaje de nuestro organismo, que nos muestra a través del dolor que algo no está funcionando como debiera, y el dolor de espalda es una de las maneras que tiene el elemento agua de indicarnos que está en deficiencia. Por lo que respecta a la relación con el oído, para la M.T.Ch. la sordera en las personas mayores estaría causada, la mayor parte de las veces, por el debilitamiento también de la energía renal; la cual, aunque no lo he puesto por razones de espacio en el cuadro anterior, también afectaría a elementos tan significativos como la caída del cabello o el deterioro de los dientes. Por si mi curioso lector quiere probar, hay un punto en la cara interna de la pierna, a mitad de camino entre la parte más prominente del tobillo y el tendón de Aquiles. Este punto del meridiano de riñón (R3) lo tonifica, tanto en su aspecto yin como yang. Una manera de hacerlo muy sencilla, consistiría en masajearlo suavemente en el sentido de las agujas del reloj, entre tres y cinco minutos, varias veces al día. Si lo incorporamos de forma habitual a nuestros ejercicios físicos cotidianos, no tardaremos en  apreciar su gran eficacia. Todos nos hemos levantado alguna que otra vez faltos de energía. Cuando esto te suceda, prueba a masajearlo y notarás al poco, como tu capacidad energética mejora. Y si además tienes en casa un poco de jengibre, mastica un trozo y te vigorizarás aun más rápidamente, pues esta planta también está relacionada con el elemento agua y te ayudará a acelerar el proceso.

Nuestro cuerpo, como te dije con anterioridad, tiene una forma de lenguaje a través de la cual intenta relacionarse con su morador. La M.T.Ch. en la Teoría de los 5 Elementos, muestra una parte importante del mismo. Yo te invito a que profundices en ella. Tal vez no sea tan difícil mantener la salud y el vigor de nuestro vehículo físico, si ponemos un poco de atención y tiempo en ello. ¡Vale la pena!

Manuel Ures. Ldo. en Filosofía

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