jueves, 4 de abril de 2013

Nutrición de los hijos según nivel educativo de los padres.


Un estudio reciente revela que los hijos de padres con alto nivel educativo tienen unas dietas más saludables, sobre todo en lo que respecta al mayor consumo de frutas y vegetales y al menor de bebidas azucaradas. Los resultados, publicados en Public Health Nutrition, fueron obtenidos a partir de la observación de 15 000 niños de entre 2 y 9 años de edad en ocho países europeos (Alemania, Bélgica, Chipre, España, Estonia, Hungría, Italia y Suecia).

Según el estudio, los hijos de padres con niveles entre bajos y medios comían menos frutas y verduras, más alimentos procesados y bebidas dulces, ricos según el caso en grasas saturadas, grasas trans y azúcares simples. Los autores concluyeron que los niños de familias con un menor estatus socioeconómico están en mayor riesgo de padecer de sobrepeso y obesidad. "Los programas de prevención de la obesidad infantil a través del fomento de unos hábitos alimentarios saludables deberían ayudar específicamente a los grupos con menos ventajas socioeconómicas, para minimizar las desigualdades de salud", señaló Fernández Alvira (Universidad de Zaragoza), autor principal del estudio.

Según la Organización Mundial de la Salud, casi 40 millones de niños menores de 5 años en el mundo tenían sobrepeso en 2010, lo que ha disparado las enfermedades de la “opulencia” o del llamado “estilo de vida occidental”, entre ellas la diabetes como ya te comenté en Diabetes tipo 2 en niños: Primeras directrices.

Pensando en voz alta:

Corren tiempos difíciles para Europa y a nivel mundial, pero no más duros que los que se han vivido en otros momentos y lugares del planeta en los que sí se ha visto comprometida seriamente la salud más que todo por desnutrición y paupérrimas condiciones de vida, acompañadas de muy bajo nivel cultural e insalubridad. Un día en un intento fallido (ingenua yo) por darle una clase de “economía” a mi padre, que sí tiene un altísimo nivel cultural (en Filosofía; Historia, Ciencias Políticas y Económicas,...), le estoy hablando de la crisis y me dice – ¿Qué crisis?, si en España los supermercados están llenos de comida... Claro, cómo se le contesta a esto a una persona que ha pasado etapas en las que se ha ido a la cama sin comer, porque sencillamente no hay comida incluso teniendo dinero...  

Reflexionando sobre el estudio europeo, comer sano no es sustancialmente más caro. Nada impide que se lleve una manzana para la merienda del colegio en lugar de un bocadillo de paté de ¿? (sabe Dios de qué), y un zumo y no la habitual lata de refresco azucarada. Claro, el bocadillo de paté y el dichoso refresco que tú conoces, salen anunciados en la tele en todas las pausas publicitarias, y “lo que dice la tele es cierto”, sobre todo para personas que la tienen por casi única referencia educativa. 

Otro tanto pasa con el ocio infantil, por demás tan necesario. Lo que más me llamó la atención cuando llegué a Europa es que no veía niños jugando en los parques y correteando detrás de una pelota. Anoche, mirando un programa (una también tiene sus “debilidades”) que era sobre españoles asentados en un país africano, pensaba, qué niños más lindos, qué saludables, son normales aun sin videojuegos. Pero no nos ilusionemos, aunque más lentamente allí también están llegando los tentáculos del “estilo de vida occidental” y la secuela de enfermedades asociadas (agravado por la pobreza, el bajo nivel educativo de la población y un peor sistema sanitario). No hay suerte. 

A mi modestísimo juicio el tema de los hábitos alimentarios de los niños se trata más de un problema de nivel cultural que de situación económica de las familias, y en ambos casos los gobiernos deberían intervenir más. También convendría evitar importar costumbres que poco tienen que ver con nuestra alimentación tradicional (porque es “más cómodo” darle al niño bollería industrial que prepararle alimentos sanos y educarle al respecto), y quizás deberíamos recuperar nuestra intuición con respecto a la forma de comer.

Tenemos la responsabilidad de inculcar a nuestros niños unos hábitos que generalmente los acompañarán durante toda la vida. No eludamos nuestro deber  escondiéndonos como sociedad detrás de una crisis, que será transitoria (hasta que venga otra, recordemos que las crisis son cíclicas). Hagámoslo bien y no nos arrepentiremos.

FUENTE: Plataforma SINC, news release, March 27, 2013

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Aviso Importante: Toda la información mostrada procede de diferentes fuentes científicas y de la experiencia acumulada en el ejercicio de nuestra profesión, y tiene la finalidad de orientar en lo que puede hacer el estilo de vida y el uso de ciertas terapias naturales por tu salud. En ningún caso pretende reemplazar el consejo o la prescripción de un profesional de la salud. Es tu responsabilidad asesorarte y respetar el criterio de tu médico de cabecera y/o especialista en lo que se refiere al seguimiento de un tratamiento en particular o la adopción de una terapia natural complementaria o alternativa.

2 comentarios:

  1. Muito importante esta tomada de consciência de que hoje, embora tenhamos tudo o que comer (nos países ocidentais) nem por isso se come bem. As crianças vítimas da publicidade e os seus pais vitimas do desconhecimento dos valores alimentares ou não querendo "perder" tempo em preparar refeições mais saudáveis. Este alerta devia ir para escolas e meios de comunicação. Vou divulgar. Obrigada. Um abraço. Lina

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    1. Se podría decir en otro idioma, se podría decir más alto, pero no quedaría más claro que como lo has dicho tú. Muchas gracias, Lina, por tu reflexión tan acertada. Gracias también por divulgar algo tan importante.

      Traduzco para facilitar lectura a todos nuestros lectores de habla castellana (aunque son idiomas hermanitos):

      Dice Lina Novais, gran amiga y seguidora, alta especialista en Química Física y más importante que todo esto, excelente ser humano: "Muy importante esta toma de consciencia de que hoy, aun teniendo de todo para comer en los países occidentales, no se come bien: los niños, víctimas de la publicidad, y sus padres, víctimas del desconocimiento o no queriendo "perder" tiempo en preparar alimentos más saludables. Esta alerta debería difundirse en escuelas y a través de los medios de comunicación".

      Un abrazo.

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