lunes, 31 de diciembre de 2012

Navidad, navidad, dulce navidad... (contrarrestar los excesos navideños)


Llegan las fiestas y es tiempo de excesos. “Que si el marisco”, que “quiero más carne”, que “acércame los turrones”... que “qué buenos bombones”, que “una copita más, por favor”.... “uff, voy a reventar”...

¿Cómo afrontar días de fiesta sin morir en el intento?

Las horas previas a la realización de una comida copiosa típica de las fiestas debemos hidratarnos bien, y consumir una dieta a base de frutas y vegetales, sustituyendo alimentos muy calóricos y pesados por una ensalada de estación. En días de fiesta debe enfatizarse en la realización de nuestro ejercicio físico habitual. Como en el resto del año no debe pasarse por alto el andar una hora diaria.
Deberíamos evitar comer excesivamente; sería mejor comer de aquellos alimentos propios de estas fechas, pero en pequeñas cantidades sin atiborrarnos de ellos.
Después de la comida, siempre que se pueda, sería recomendable dar al menos un pequeño paseo y evitar como norma el acostarnos inmediatamente después de comer.
Ante una indigestión por comer mucho, demasiado deprisa o comidas excesivamente fuertes, condimentadas o grasas, el mejor remedio es el ayuno si no existe una patología de base que lo contraindique. Sin embargo, existen plantas digestivas que también podrían ayudarnos. Entre ellas:
  • Manzanilla: es digestiva, antiespasmódica (que alivia los espasmos dolorosos, en este caso del estómago) y antiinflamatoria.
  • Piña y papaya: contienen proteasas, enzimas que ayudan a digerir correctamente las proteínas.
  • Malvavisco y malva: son antiácidas y protectoras estomacales.
  • Hinojo, cilantro, tomillo, comino y anís verde: son carminativas (favorecen la expulsión de gases del tubo digestivo).
Si no se hace evidente la mala digestión, pero nuestro organismo lo demandara, podríamos intentar una terapia depurativa. Una buena medida pudiera ser pasar un día consumiendo solo de un tipo de frutas, por ejemplo, ahora en invierno, uvas o mandarinas. Así el organismo se centraría en digerir la fruta elegida y realizaría la actividad de depuración. Durante el tiempo que dure la misma deberíamos consumir bastante agua y descansar. 
Otra opción, que no entra en contradicción con la primera, es utilizar fitoterapia de drenaje. Consiste en la utilización de plantas para drenar los emuntorios (órganos encargados de eliminar los desechos metabólicos: hígado, riñón, intestino, piel, pulmones), abriéndolos a la salida de toxinas y evitando las sobrecargas de los mismos al favorecer su función. Esta terapia se rige por principios básicos del naturismo.
Existen plantas específicas para el drenaje de los diferentes emuntorios. En el caso del hígado, un buen remedio es la alcachofera (Cynara scolymus). Esta es eupéptica (normalizadora de la digestión), carminativa y antiespasmódica. Tiene propiedades hepatoprotectoras, se emplea en la terapia biliar por ser colerética (que estimula la producción de bilis por la vesícula biliar) y colagoga (que estimula la liberación de bilis), reduce los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre y además, es interesante en aquellos estados en los que se requiere un aumento de la diuresis, como por ejemplo: oliguria (disminución de la producción de orina), hiperuricemia (aumento de los niveles de ácido úrico en sangre), edemas y sobrepeso acompañado de retención de líquidos.

Modo de utilización:
Aunque es muy recomendable tomarla en infusión, una forma bastante cómoda es el extracto glicerinado de venta en herboristerías (25 gotas/3 veces al día).

no debe usarse:
  • Cuando están obstruidas las vías biliares
  • En el embarazo y la lactancia
  • Cuando existe hipersensibilidad a la alcachofa
  • Después de la leche
De cualquier modo, y porque queremos ser consecuentes con nuestros principios: conócete a ti mismo, escucha a tu cuerpo, deja que dialogue con la naturaleza, si lo consideras oportuno busca apoyo profesional personalizado, y ... FELICES FIESTAS!!!



Aviso Importante: Toda la información mostrada procede de diferentes fuentes científicas y de la experiencia acumulada en el ejercicio de nuestra profesión, y tiene la finalidad de orientar en lo que puede hacer el estilo de vida y el uso de ciertas terapias naturales por tu salud. En ningún caso pretende reemplazar el consejo o la prescripción de un profesional de la salud. Es tu responsabilidad asesorarte y respetar el criterio de tu médico de cabecera y/o especialista en lo que se refiere al seguimiento de un tratamiento en particular o la adopción de una terapia natural complementaria o alternativa.

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