Un nuevo estudio demuestra que solemos servirnos porciones más grandes cuando los alimentos están etiquetados como “saludables”, incluso cuando aportan la misma cantidad de calorías que otros.
Tendemos
a relacionar ipso facto comida sana con menos calorías, lo cual es erróneo.
Según Foley Nolan, directora de Salud y Nutrición Humana de Safefood (Irlanda),
"los alimentos se promocionan como saludables (...), porque los
productores piensan, y correctamente, que esas etiquetas influirán en nuestras
decisiones de consumir sus productos y, quizás, en mayor cantidad".
Habría
que tener claro “saludables” con respecto a qué. En ocasiones, “saludable” se
refiere a menor contenido en grasas, no presencia de grasas trans (aunque
esto suele explicitarse) o provenientes de la agricultura ecológica, o
realizado sólo con productos naturales,... y no tienen necesariamente que ser
por ello bajos en calorías. Por ejemplo, menor contenido de grasas no es
garantía en absoluto de que se puede comer todo lo que se desee. De hecho, hoy
se está relacionando la epidemia mundial de obesidad y sus secuelas, más con el
excesivo consumo de carbohidratos, sobre todo azúcares simples, que con la
grasa, lo cual no quiere decir que la ingesta de grandes cantidades de grasa
total, saturada y trans no acarree serios problemas de salud.
También
se reconoce la importancia de la ingesta calórica total con respecto al gasto.
Repito a mis estudiantes de Bioquímica del Metabolismo continuamente que: lo
que se consume en exceso y no se “quema” se acumula. No existe la caloría
negativa. Es simple matemática (de la fácil), si un producto “light” tiene la
mitad de calorías que uno que no lo sea, (y por eso creemos tener vía libre) y
comemos el doble... estaríamos consumiendo la misma cantidad de calorías
totales con cualquiera de los dos.
Pongo
otro ejemplo. El cacao es considerado a la luz de los últimos estudios como un
alimento cardiosaludable; eso sí, tomado con mesura, si nos atiborramos de él
estamos atentando contra nuestra salud, incluso cardiaca, pues el sobrepeso que
produce la excesiva ingesta de calorías no es una condición deseable para
proteger entre otros órganos nuestro corazón. Además, el organismo es un todo y hay que
cuidarlo integralmente.
Podríamos
referirnos también al excesivo consumo de fibra, lo cual se puso de moda hace
algunos años, y que tampoco es recomendable, pues entre otras consecuencias
produce una pérdida importante de electrólitos, y así sucesivamente podríamos
ir desmontando varios de los mitos con respecto a lo que consideramos
saludable. Siempre hemos recalcado desde estas páginas la importancia de no
excedernos, incluso en la preocupación por “lo saludable”.
Otro
aspecto importante es el tema de las dietas restrictivas de según qué nutriente
y excesivas de otro. Siempre me ha molestado lo que puede originar en el gran
público el eslogan de “come todo lo que desees y pierde peso”. Creo firmemente
que los que estamos relacionados de algún modo con áreas de la salud tenemos
que ser conscientes de lo que podemos influir y de nuestra responsabilidad para
con los demás. Publicitar una dieta que pudiera (no digo que no) ser válida
para algunas personas en algunas condiciones, incluidas la de perder peso (y no
sólo por razones estéticas, sino más bien para preservar la salud o mejorarla),
no debe llevar a publicitarla como si fuera la panacea. Del único alimento que
podemos comer todo el que deseemos y, si nos “engorda”, mejor, es del alimento
del alma.
FUENTE:
Int J Obesity, 2013.
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Aviso Importante: Toda la información mostrada procede de diferentes fuentes científicas y de la experiencia acumulada en el ejercicio de nuestra profesión, y tiene la finalidad de orientar en lo que puede hacer el estilo de vida y el uso de ciertas terapias naturales por tu salud. En ningún caso pretende reemplazar el consejo o la prescripción de un profesional de la salud. Es tu responsabilidad asesorarte y respetar el criterio de tu médico de cabecera y/o especialista en lo que se refiere al seguimiento de un tratamiento en particular o la adopción de una terapia natural complementaria o alternativa.
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