Los
carbohidratos constituyen la fuente más importante de energía del organismo. En
dependencia de su estructura química se clasifican en simples o complejos. Los
azúcares simples (glucosa, fructosa, manosa,...) se comportan como unidades
indivisibles; en tanto que los complejos están formados por azúcares simples,
los que van liberando a la sangre de manera más o menos lenta según la fuente y
el tipo de que se trate.
La
glucosa es un importante combustible para las células, tejidos y órganos,
siendo fundamental para el cerebro, los glóbulos rojos y el músculo. De hecho,
el organismo tiene mecanismos muy eficientes para conservar las concentraciones
de glucosa en sangre (glicemia), entre éstos, almacena el exceso de la misma
(en forma de glucógeno) en el hígado y músculo esquelético (con fines
diferentes) para cuando los necesite.
Los
azúcares simples se encuentran naturalmente en productos como frutas, vegetales
y lácteos. También aparecen durante el procesamiento, refinación y elaboración
de los alimentos, ejemplos: harina blanca, bollería,... Los carbohidratos
complejos están presentes en los cereales integrales, vegetales ricos en fécula
(almidón), legumbres, etc. Muchos de los carbohidratos complejos son una buena
fuente de fibra con múltiples efectos importantes para el mantenimiento de la
salud (Fibra
dietética: 7 razones para consumirla.).
A
pesar de la gran importancia de los carbohidratos en la alimentación, para una
dieta balanceada se deben preferir carbohidratos complejos a carbohidratos
simples, para ello elegir siempre granos integrales en vez de granos refinados
y limitar la cantidad de azúcar agregada que se consume.
Una
importante “amenaza” a las cantidades de azúcares simples que se ingieren
diariamente son las bebidas azucaradas. Diferentes estudios revelan la estrecha
relación entre el consumo de bebidas azucaradas y la aparición de diferentes
enfermedades (Hidratarnos
sí, pero mejor con agua.). Recientemente se han correlacionado más de
180.000 muertes en el mundo en 2010 con una ingesta alta de éstas, por concepto
de obesidad, enfermedad cardiaca, diabetes y ciertos cánceres.
Aunque
frecuentemente asociamos este problema con los países ricos, la mayoría de
muertes ocurrieron en países con ingresos entre bajos y medianos por algo en lo
que venimos insistiendo repetidamente desde éstas páginas y es la adopción de
la “dieta occidental” (dieta de los países ricos) por el resto de países. ¿Los
más problemáticos en este sentido? Latinoamérica y el Caribe tenían la mayor
cantidad de muertes relacionadas con las bebidas endulzadas con azúcar.
Debido
a que este estudio se enfocó en las muertes por las enfermedades crónicas, no
dice nada sobre los potenciales efectos en la salud de niños y adolescentes,
que consumen muchas calorías por mediación de las bebidas azucaradas.
Previamente hemos llamado la atención sobre un fenómeno que ha irrumpido con
gran fuerza en la sociedad actual: la diabetes tipo 2 en edades tempranas de la
vida, y que está en relación con el
estilo de vida, caracterizado entre otros por el incremento de las calorías
totales (Diabetes
tipo 2 en niños: Primeras directrices.).
Los
resultados apuntan a la necesidad de políticas para controlar la ingesta de
bebidas azucaradas. No obstante, una servidora considera que más que las
medidas "anti refrescos", que son difíciles de adoptar por la resistencia
de la industria y de muchos consumidores, se requieren medidas “pro salud”, y
ellas pasan por instruir a la población para que destierre ciertos hábitos y
adopte otros.
¿Algunas
medidas que podemos observar?
- Cuidar que las calorías totales que se ingieren diariamente se correspondan con la actividad física que realizamos.
- Evitar conductas alimentarias malsanas como añadir azúcar a la comida o la bebida. (Los azúcares añadidos son calorías vacías). Te propongo un reto: empieza hoy por reducir a la mitad la cantidad de azúcar que pones en el café o el té.
- Sustituir al menos una bebida azucarada al día por agua. Esto puede reducir una cantidad significativa de calorías. (Digo, “al menos una”, porque en algunos sitios se encontró que la media de consumo de refrescos azucarados era de 5 al día, en hombres de menos de 45 años).
- Cuidado con el excesivo consumo de jugos de frutas: con frecuencia pensamos que son saludables y están llenos de azúcar. Siempre es preferible la fruta al natural.
Se
pueden decir muchas más, pero cada quién encontrará las suyas. Te sugiero que
te observes un poco durante un par de días y reflexiones en torno a ésto.
FUENTES: Gitanjali Singh, Ph.D., research fellow, Harvard School of Public Health. March 19, 2013
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Hola. Gracias por tus maravillosos e instructivos articulos. Lazaro de Cuba...
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Me da mucha alegría, viniendo de donde viene, pese a las dificultades para el acceso a internet. Un abrazo, Lázaro.
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