La
esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurológica progresiva que
afecta a las neuronas del cerebro y la médula espinal. Al inicio, causa problemas musculares leves,
que se van acentuando e interfieren en actividades habituales como el caminar,
escribir, hablar... Tarde o temprano, se pierde la fuerza muscular. Cuando
fallan los músculos del pecho, se dificulta la respiración. La mayoría de las muertes se producen por paro respiratorio.
La enfermedad suele desarrollarse entre los 40 y los 60
años y es más común entre los hombres que entre las mujeres. No se conoce la
causa exacta y no existe una cura efectiva. Se puede, no obstante, aliviar los
síntomas y prolongar la supervivencia.
Un
estudio reciente (Annals of Neurology) relaciona el comer frutas color naranja
brillante, rojas o amarillas y verduras de color verde oscuro, ricas en
antioxidantes, con la prevención o el retraso de la aparición de la enfermedad.
Los
investigadores hallaron que un aumento del consumo de carotenoides, y en
particular, de beta caroteno y luteína, podría reducir el riesgo de padecer la enfermedad. El estudio halló, sin embargo, que las
dietas ricas en los antioxidantes licopeno, beta-criptoxantina y vitamina C
aparentemente no reducen el riesgo de ELA.
Zanahorias,
batatas y mangos, entre otros alimentos, son ricos en beta caroteno; en tanto
que espinacas, col silvestre y yemas de huevo, son buenas fuentes de luteína.
El
Dr. Alberto Ascherio, profesor de epidemiología y nutrición en la Facultad de
Salud Pública de la Universidad de Harvard y director del estudio, planteó
que... "entender el impacto de la alimentación en el desarrollo de la ELA
es muy importante".
FUENTE:
Annals of
Neurology, news release, Jan. 29, 2013
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