Nutriendo tus otros “Yo”.

Cuando la profesora Hélade Sotomayor y yo pusimos en marcha este blog, lo hicimos con el objetivo de ayudar a promover una cultura de la salud. Como consecuencia de ello, nuestra intención primaria y fundamental no es la de buscar e informar acerca de remedios, más o menos válidos, sobre algunas de las muchas enfermedades en las que el ser humano cae periódicamente en desgracia, sino en promover y expandir un conjunto de valores que nos lleven a una vida más sana, más acorde con la Naturaleza.

Es el nuestro, un blog todavía joven pues nació con el año en curso, pero ya abunda en artículos en los que desde diferentes ópticas hemos escrito, y está en nuestro ánimo seguir haciéndolo, sobre la más correcta manera de tratar a nuestro cuerpo físico. Pero hoy quiero hablarte de otra nutrición, no menos importante por cierto; la que se refiere a los otros planos del ser humano.

En el artículo Conócete a ti mismo, ya he hecho mención de los diferentes vehículos constituyentes del ser humano, según aparece expresado en los antiguos textos de la India, una de la culturas que -en mi opinión-, más profundizó en su misterio; y a él te remito, caso no lo hubieses leído ya, como complemento adecuado del que estás leyendo.

Cuerpo Vital, también llamado Energético o Pránico

Su salud tiene mucho que ver con el aire que respiramos. Soy consciente de que muchas de nuestras ciudades están  contaminadas, pero siempre que puedas, un paseo por un bosque arbolado o por la cercanía del mar, lo renovarán fuertemente. Y si lo anterior no te es del todo posible, hay algo que si está en nuestra mano y que por la presión de la propia vida, casi nadie hace: ¡masticar correctamente los alimentos! Tiene más importancia de lo que parece, sobre todo si durante la ingesta, no se está delante de un televisor viendo los últimos desastres acontecidos en algún rincón del planeta Tierra.

Por otra parte, tampoco es bueno para este cuerpo el estar continuamente en presencia de aparatos que emitan radiaciones. Y no hace falta ser demasiado observador para ver cómo va en aumento la demanda de “inventos” sin los cuales, como es lógico, no podemos estar!!!

También te recomiendo no hablar demasiado de enfermedades, porque, como te decía en el artículo El Poder del Pensamiento, de alguna manera, aquello que tenemos en nuestra mente, acaba por venir a nuestro encuentro. Y por supuesto…,¡no fumes!

Cuerpo Psíquico o Emocional

Es sin duda el que más dificultades nos acarrea, ya que muchos de los más importantes problemas del hombre “moderno y civilizado”, tienen su  raíz en él. Aquí se alimentan, por ejemplo, el estrés, la ansiedad y la depresión; es el vehículo de nuestros lloros y alegrías, y también el del amor y de su contraparte oscura, el odio. En casi todas las cosas que hacemos, por nuestra propia naturaleza, hay un componente emocional. Debemos valorarlo todo, desde lo que leemos hasta los programas de TV que consumimos habitualmente. Pero si tuviera que escoger un aspecto de nuestra vida que influyese de manera importante en este plano del ser, sin duda sería la música. Yo te recomiendo la clásica. Las investigaciones en el campo de la musicoterapia, están poniendo de manifiesto, la gran capacidad que tiene para devolvernos el equilibrio psicológico. Haz la experiencia por ejemplo con la música barroca, y observa los resultados que provocan en ti. ¡Te sorprenderás! Si a ello le añades un buen “hobby” que te aleje de vez en cuando de las preocupaciones de la vida, seguro podrás poner orden en tu mundo emocional.

Cuerpo mental

Como es lógico se alimenta de nuestros pensamientos. Yo te recomiendo expulsar inmediatamente todo aquel que, con razón o sin ella, tenga características negativas. Ya sé que el mundo va mal, ya sé que son muchos los errores y equivocaciones que comete el político de turno, mi jefe en la oficina, mi esposo o esposa, los conductores con los que me cruzo cuando voy en coche y hasta el presidente de mi Comunidad. Todo eso lo sé y sé además que no te falta razón… Pero te digo, que también suceden cosas maravillosas a nuestro alrededor y que es muy bueno para nuestra salud el dirigir el ojo de nuestra mente hacia ellas y no hacia las otras. ¿Serías capaz al finalizar cada día de citar al menos…una? 

Cuerpo espiritual

Es sin duda el más importante. Ya te adelanto que creo profundamente en la existencia de Dios. Y también te añado que no encuentro especialmente importante la canalización de este sentimiento a través de ningún credo en concreto. Algo en mi corazón me dice que todos son, a modo de ramas que se alimentan del mismo árbol. Creo que fue San Pablo el que decía: “dioses sois, pero lo habéis olvidado”. Alimentar nuestra parte espiritual es aprender a caminar hacia ese misterio que mora en nuestro interior; y cada paso que damos a su encuentro nos da felicidad y perfección.

No pretendo con este pequeño artículo haber agotado tema tan trascendental. Muchos otros consejos se han quedado en mi mente, pero no creo que sea tan importante el hacer una exhaustiva enumeración. Se trata más bien de ir actuando poco a poco en la dirección correcta; pero recuerda para finalizar lo que se sabía en las antiguas medicinas y que la actual ya está comenzando a recuperar: prácticamente toda enfermedad de nuestro cuerpo físico, tiene su origen primero en otro plano del ser. ¡Cuídalos y lo cuidarás!

Manuel Ures. Ldo. en Filosofía.

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Conócete a ti mismo

El Poder del Pensamiento.

Aviso Importante: Toda la información mostrada procede de diferentes fuentes científicas y de la experiencia acumulada en el ejercicio de nuestra profesión, y tiene la finalidad de orientar en lo que puede hacer el estilo de vida y el uso de ciertas terapias naturales por tu salud. En ningún caso pretende reemplazar el consejo o la prescripción de un profesional de la salud. Es tu responsabilidad asesorarte y respetar el criterio de tu médico de cabecera y/o especialista en lo que se refiere al seguimiento de un tratamiento en particular o la adopción de una terapia natural complementaria o alternativa.